Dulce música que silba,
hermosa canción sin letra
en mil montañas y valles
hasta el alma nos penetra.
Viento, tu voz en las cimas,
en los mares y en los pueblos
canta una canción de día
y a la noche entona en sueños.
Si estás tranquilo, tus voces
a todos nos tranquilizan
pero si soplas furioso
las almas se encolerizan.
Alcemos los brazos todos
gritemos fuerte hacia el viento
que se lleve nuestras voces
y que cante lo que siento.
VÍCTOR. VALBUENA. MARTÍNEZ
julio 20, 2006
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1 comentario:
Precioso. Este Víctor es un fenómeno. Sigue colgando cosas de estas, que algo de buena literatura enriquecerá nuestra página.
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