noviembre 25, 2006

Holanda - octubre 2006 - El relato (III) y final

Bueno mas vale tarde que nunca, aquí va la tercera entrega.

Levantarnos tempranito, como todos los días, y aprovechar que es el último día.
Ya conocemos el cogollo central de Holanda -Amsterdam- así que vamos a tirar de furgoneta y nos hacemos un tour por la zona norte de Amsterdam.
Ya que el desayuno en el hotel era bastante caro y por no perder el tiempo, cogemos la carretera hacia Den Helder-Alkmaar e intentamos localizar algún sitio donde desayunar esos bollitos y cafés que nos sientan tan bien para desperezarnos. En este punto los únicos despiertos son los 2 conductores del vehículo.
Después de varios intentos echamos el ancla en un encantador pueblecito llamado De Rijp. Aquí nos dan a probar unas estupendas magdalenas en un supermercado, desde donde nos dirigimos a una especie de posada, donde nos atiende una oronda muchacha, quien dice que el desayuno puede tardar, porque no hay cocineros en ese momento. -No hay problema-. Pediremos unos sandwich mixtos, que eso lo sabe hacer cualquiera y unos cafeses.
Como diria Bisbal. Ehto e´ increíble. La mushasha tarda como ¿40 minutos? (corregidme alguno de los presentes) en traer el desayuno....
En fin, a la salida nos damos un ligero paseo a contemplar el bonito paisaje.




Después de unos minutos de carretera llegamos a uno de los sitios más conocidos por sus quesos: Edam. Tras darnos otro paseíto, tirar las fotos de turno, comprar quesos y tal, intentaremos buscar los famosos molinos de viento (no, los de Don Quijote están un poco más al sur).
Aquí vemos la curiosa arquitectura de Edam, en este caso el arquitecto no estuvo demasiado sobrio al tirar las líneas maestras del edificio.




Parte del grupo posando en una calle de Edam.



Por fin, conseguimos acceder al molino de Edam. Era fácil, siguiendo las indicaciones de la carretera. Veremos al grupo posando delante del molino.



Carretera y manta. Cogemos la "Transporter" y nos dirigimos raudos hacia los famosos pueblos pescadores de la zona, que serán Volendam y Marken.
En Volendam, llegamos a la zona del puerto (hasta el culo de gente), y nos recibe un encantador señor que parece que habla infinidad de idiomas, y cuando consigue poner el cartucho de un pseudo italiano-español, llega y suelta: Españoles... Barcelona....
En fin, no nos sale nada más clarito que: Puta el Barça y puta Cataluña... (en fin, el fútbol es así).
Este señor nos asegura que nos custodia el coche previo pago, bueno ya que estamos...

Ahora veremos las amistades que se ganó Elena por la zona de Volendam.



Después de unas riquísimas cervecitas en un garito, del que no recuerdo el nombre pero si los ojos de la camarera rubia (como todos), daremos un paseíto por el puerto contemplando un estupendo velero pirata (de mentira) que deja en tierra a una pandilla de turistas con la tripulación perfectamente vestida de época. Las fotos no salieron bien pero el gran fotógrafo Larry nos deleita con una fenomenal instantánea de la bandera que ondeaba el mástil, haciendo honor al país.



En fin, coche de nuevo y nos movemos hacia Marken, famoso pueblo pesquero, donde aseguran que la gente todavía viste los trajes típicos de la zona. Mentira cochina, no vimos a nadie. Bueno en Volendam sí, aunque desde el coche y de lejos (la tipa famosa que salía en las postales).



Aquí estamos buscando sitio para comer. Yo por ejemplo, me atreví con una sopa de tomate típica de la zona. Será típica pero el tomate era de bote.
La anécdota de la mañana la protagonizamos yo mismo y el cocinero, que me increpa en un perfecto inglés, cuando voy a echar un pis y la puerta parece ser que no cierra bien. Me dice algo así como que no estoy en mi casa y que no me va a dejar entrar más por ser un guarro!!!!

Nos echamos unas fotos en el faro de Marken para dejar constancia de nuestra presencia y aquí os dejo el testimonio gráfico.









Finalmente, con el equipo ya muy perjudicado, tiramos de carretera hacia el sur, intentando llegar a Leiden, donde será nuestra última visita. Lástima de sol, ya que cuando llegamos, a eso de las 16.30 o 17.00 no quedan tiendas abiertas, el mercadillo lo están recogiendo, no hay buena luz para las fotos, pero conseguimos tirar alguna. Esta es la muestra. Aquí también hay canales y puentes estupendos.



Nos queda la última cena, como a Cristo, y se celebrará ya en Haarlem, donde nos tomamos las últimas cervecitas en un garito donde ya habíamos estado, con decoración muy de aviadores, aviones y anécdotas de aviación. Aquí tendré mi último enfrentamiento con una jaca camarera, quién después de preguntarnos qué queremos y cuántos somos... 8 beers, please... ¡¡¡La tipa empieza a contarnos!!!
"een, twee, drie, vier, vijf, zes, zeven..." (aquí veis mi dominio del holandés, para que os deis cuenta de que aproveché el viaje). Con voz firme la indico que serán 8 cervezas no 7. El problema es que Alicia estaba en el baño. Después nos apretamos unas cervezas japonesas "iki", nos vamos a cenar, que será algo fast food, un falefel, bastante rico (personalmente era la primera vez que lo probaba, pero hay que probar de todo), y al hotel a descansar que al día siguiente regresamos a casita, a nuestro Madrid.

Disculpad si he omitido unas cuantas cosas, pero he dejado este episodio algo olvidado y probablemente echéis de menos algunas cositas.

noviembre 02, 2006

Holanda - octubre 2006 - El relato (II)

Aloha.

Comenzamos el segundo día con las pilas ya recargadas. Abajo en el hall a las 7.30 AM. Tomamos los mapas, el GPS portátil, nos metemos en la furgoneta y decidimos ponernos en marcha y desayunar directamente en Amsterdam, aun sabiendo que tardan un güevo en servirte...

Autopista que te crió, nos encontramos con los primeros atascos, en hora punta, al ser día laborable. Entramos en Amsterdam, todo fenomenal, primera visita “guiada” dentro del “autobus”. Pasamos por varios puentes, el parque Erasmus, llegamos casi hasta el mismo centro de la ciudad, llegan los primeros problemas.

En una ciudad con 600.000 bicicletas, lo difícil es circular en coche. De hecho, Emilio se tuvo que meter en un carril bici, para poder circular (sin que nos viera el guardia, claro). Ahora viene lo peor: tratar de aparcar una furgoneta en un parking público. Después de varios intentos, donde no nos cabía por la puerta del parking subterráneo, encontramos un parking de superficie para autobuses, donde nos clavan ¡¡¡4,40 euros por hora!!!

Aquí tenemos la foto del parking desde el cielo. También dedicada a los que estuvimos allí....


En fin, nos ponemos en marcha tratando de buscar algún sitio donde desayunar esos estupendos bollitos y café amsterdamés. Atravesamos diversos canales y vemos un gran indicativo del país donde estamos pasando estos estupendos días. Aquí tenemos la prueba.

Después de degustar un estupendo desayuno, con exquisita tarta de manzana, sandwich de “crispy bacon” y ensalada (en mi caso) y unos cafeses, nos cambia la cara a todos. Andriu y Larry saludan a la cámara:


Qué bien lo estamos pasando.


Atravesamos los famosos canales principales, en su orden, Singel, Herengracht, Keizersgracht y Prinzengracht, y antes de alcanzar el centro de Amsterdam, veremos a Elena intentando tomar prestada una bici, para continuar con nuestro recorrido (no quería ser menos que los habitantes del lugar).

Seguidamente llegamos a la Plaza Dam, o Dam solamente, como lo conocen los holandeses. Este es el centro de la ciudad, desde donde se pueden hacer todas las rutas turísticas que se pueden leer en los libros. Aquí posamos en grupo, para comprobación de que todavía no nos habíamos desperdigado.


El monolito en el centro de la plaza Dam. Creo que representa un homenaje a los caídos en la 2ª guerra mundial. Si me equivoco me corregís por favor.


Acto seguido nos iremos dirección sur intentando acceder a los museos más famosos de la ciudad: el museo Van Gogh y el Rijksmuseum. Atravesamos infinitas calles, con mucho que ver, MUCHOS ESPAÑOLES, todo con gran colorido. Lo de españoles viene a cuento de la anécdota de... érase una vez, en un puente del Pilar, días festivos que nuestros paisanos aprovechan para salir de su ciudad. Muchos españoles pasan estos días en Holanda. Además algunos deben pensar que son los únicos españoles que andan por la calle, ya que van diciendo algo así como: “dejar que pase la chusma” ¿verdad Elena?

Pasamos por el mercado de las flores, impresionante, aunque yo creo que no tiene tanto mérito este gran colorido con el clima tan húmedo que tienen. Me gustaría verles aquí en Madrid, a ver si son capaces de criar así sus tulipanes.

Aquí un detallito típico del pueblo holandés: esos zuecos para andar, incomprensiblemente incómodos.

Seguimos andando, y admiramos cómo aparcan con precisión las bicicletas los dueños, en este caso jóvenes que acuden a ilustrarse al instituto.


Finalmente llegamos a nuestro destino: El Rijksmuseum, donde podemos apreciar obras de diversos autores y sobre todo de Rembrandt, de quién se cumplen 400 años de su nacimiento. La entrada del museo es esta:



A la salida, los varones del grupo tratamos de descansar en un banco, esperando a varios miembros femeninos del grupo, que estaban aprendiendo un montón, con un cachivache que te contaba cositas al oído por un módico precio.

Se va terminando el día, y aunque cansados tratamos de alcanzar algún sitio donde nos pongan algo de comer, que ya va siendo horita. Atravesamos el Barrio Rojo, donde vimos el famoso Coffee Shop “36”, donde más tarde nos echaremos unos petarditos, aunque no sabíamos que no te sirven cerveza a la vez que marihuana. La comida de hermandad se celebra en un restaurante Thai, donde hay cachondeito por parte del dueño, por el picante de la comida. ¿Se decía Maggcchhi?

En fin, vamos apurando las últimas horas del día y no nos podemos ir sin dar el correspondiente paseo turístico por los canales de esta maravillosa ciudad. Lástima de no haberlo hecho con más luz del día por las fotos, pero íbamos con el tiempo muy justito.


Una vez terminado, recogemos el coche, y al hotel, donde algunos cenamos, otros se van a dormir, alegando malestar o enfermedad (espero que te hayas recuperado Larry), y fin del día.

Holanda - octubre 2006 - El relato (I) - Actualización


Disculpad esta actualización pero me faltaba incluir el mapa de localización del hotel. Este minipost es para los que estuvimos allí...