febrero 22, 2005

YA SOMOS EUROPEOS


¡YA SOMOS EUROPEOS! Ah, pero... ¿No lo éramos ya? Yo juraría que el tratado de adhesión de España a las Comunidades Europeas se firmó en Junio de 1985 y que desde el 1 de Enero de 1986 nos convertimos en un país miembro de pleno de derecho de la entonces CEE. Y que además, desde su entrada España ha apoyado todos los pasos dados en el proceso de formación de la identidad común europea, como la aprobación del Acta Única, en 1986, el Tratado de la Unión Europea (Maastrich), en 1991; la ampliación de la Unión Europea a 15 miembros con la integración de Suecia, Finlandia y Austria en 1995 o el Tratado de Niza en 2000, entre otros.
Pues bien, parece que no es así, a tenor de lo ocurrido en esta campaña electoral. Bajo los mensajes de “hay que estar con Europa” o “tenemos que ser europeos”, uno ha de revisar todo lo conocido hasta ahora en esta vieja Europa.
Al parecer, el votar NO, abstenerse o votar en blanco, es porque no tienes vocación de europeo, que eres un triste “euroescéptico”o peor aun, que eres un desagradecido ante la magnanimidad que ha tenido con nosotros durante todos estos años la filantrópica Europa. Pues ante esto, dos cositas.
En primer lugar, me dio la impresión de que se convocaba un referéndum consultivo sobre la aprobación de un nuevo Tratado Europeo –que es la forma jurídica con la que se ha ido desarrollando normativamente la UE-, quizás pomposamente llamado “Constitución”, que tenía un montón de páginas, capítulos y artículos, y que esta consulta no se basaba en una pregunta del modo: “¿Quiere usted salirse de la Unión Europea?”
Por tanto, la manera de enfocar esta campaña, muy acorde con las habituales formas de la izquierda, propagandísticas y demagógicas, me pareció un absoluto chantaje y un “trágala”. En ningún momento se planteó la posibilidad de que votar algo distinto al sí, podría ser un ejercicio de responsabilidad, de análisis, y de libertad de expresión en cuanto a poder manifestar desacuerdo con éste o aquél artículo o capítulo, para su posterior revisión y mejora. No. Eso es ser un fascista, un ultraderechista (que no comunista, como veremos).
De modo, que en ésta atmósfera cobra mucho sentido la campaña desarrollada por el Gobierno, utilizando a personajes que tienen gran facilidad de palabra como Butragueño, u otros de la talla intelectual de “Los del Río”, que probablemente hayan sido los más directos en cuanto a su mensaje: No hace falta leer la Constitución. Hay que votar que sí y a hacer puñetas. Por si acaso no era suficiente, nos gastamos 500.000 € en sacar esa bebida “Referéndum plus” para convencer a los más jóvenes. Acojonante. Sólo nos faltó ver a Zapatero, Blanco y Rubalcaba pegar saltos en Ferraz y gritar a modo de eslogan de la campaña, "Maricón el que no vote".
En segundo lugar, cuando tanto se habla de vasallaje ante otros asuntos de política exterior, el tener que votar SÍ en posición genuflexa, porque debemos agradecer a Europa la ayuda de todos estos años, eso es un acto de responsabilidad. Pues tampoco. El que la Unión base parte de su sistema económico en un conjunto de ayudas a los paísas de producto interior bruto más bajo, no tiene nada que ver con la filantropía. Esto no es Euro-CÁRITAS, sino que que es más bien una vía de supervivencia. Los países más ricos ayudan a que los más pobres se enriquezcan para poder seguir manteniendo un sistema económico y comercial fluido. Imaginémosnos que alguien con dinerito fresco, monta un negocio en medio de un poblado del África profunda. Pues no vendería nada, ¿verdad?
Pues España, que era ese negro del poblado, ha ido prosperando gracias –entre otras muchas cosas- a estas ayudas, y contribuye con su enriquecimiento a la propia mejoría del resto de Europa. Ahora, España pasará a ser de los países que den más de lo que reciben a los nuevos países miembros, y continúa el ciclo, sin más alharacas.
Pero claro, conocer algo de la Unión Europea significa saber que esto es una merienda de negros –por seguir con los ejemplos étnicos-, donde las reuniones del Consejo son una ardua negociación sobre los intereses particulares de cada país miembro. Y lo uno lleva a lo otro, y lo otro en este caso, es que el Tratado actualmente vigente es el que se aprobó en Niza, donde gracias al gobierno Aznar, se negoció un mayor peso de España en las votaciones. Recuerdo, que el sistema de votaciones en el Consejo Europeo es mediante voto ponderado, cada país tiene un número de votos según su posición económica y demográfica principalmente. Con el Tratado de Niza, España –que junto con Polonia eran los más beneficiados-, veía muy recortada la diferencia de peso con Alemania, Francia, Reino Unido e Italia. Así pues, cada vez que hubiera que negociar algo, ya fueran ayudas o no, la posición de España contaba.
Pero llegó Zapatitos, y dijo que Niza estaba superado. Y es que cualquier cosa que hubiera hecho el gobierno anterior, a la hoguera. Aun siendo algo muy positivo para España, le da igual. Le importa un carajo España y los españoles, Europa y los europeos, y lo único que le interesa es pasar a la historia como el que acabó definitivamente con la derecha española.
Por tanto, esto era un punto en ningún caso despreciable para votar en uno u otro sentido, ya que si hubiera salido el NO, mientras se revisaba el texto Constitucional, seguiría en vigor el Tratado de Niza, y no hubiera pasado nada. Nuestros derechos y libertades los tenemos garantizados en España desde hace muchos años, ratificado por todos desde 1978. Es decir, no creo que se hundiera el mundo ni estaríamos desamparados si hubiéramos aplazado esta constitución.
Hay muchos otros temas importantes, pero para no entrar en detalle en todos ellos, sólo comentaré la eliminación del texto de las referencias cristianas de Europa por parte del masón Giscard, el “Padre” de la constitución, ese gran amigo de España que dio cobijo durante mucho tiempo a los etarras.
Antes he dicho, que el NO hubiera significado el revisar el texto. ¡Ja! Eso es una ilusión. El referéndum era consultivo, es decir, que hubiera salido lo que hubiera salido Zapatero lo habría ratificado supongo que vía Parlamento, como van a hacer tantos otros países. Pero como estaba seguro de que el SÌ era la opción mayoritaria por parte de los españoles, se permite esta pérdida de tiempo y dinero para tratar de darse un baño de multitudes, para aumentar su ego un poco más, convirtiendo una consulta al soberano pueblo español en un plebiscito personal. Como si votar que sí a la Consitución fuera votar que sí a Zapatero. Y es que la progagando socialista no tiene fin.
Pero así ha sido. No ha valido de nada tener un partido en la oposición como el PP, que ha hecho campaña por el SÌ, un partido responsable de sus actos y pensamientos. Aunque fuera yendo junto a esos que constantemente le insultan y le niegan el derecho a existir en democracia, una vez más el PP ha sido coherente. Si ellos creen que lo mejor para España es el SÍ, y aun a sabiendas de que Zapatero ha convocado este referéndum como algo personal, el PP sigue diciendo que sí. Olé por ellos.
Y sin embargo una vez más, toda la demagogia socialista cae sobre la derecha. ¿Se puede ser más propagandista, demagogo, sectario, mezquino y sinverguenza que el PSOE? Para empezar, el Ministro del Interior, dando los datos de una manera absolutamente objetiva: “Abrumadora mayoría de Españoles que han dicho que SÍ, y tan sólo unos escasos dos millones dicen que NO”. ¿Eso son formas de dar unos datos un representante del Gobierno? Además, si le parece que es una abrumadora mayoría que uno de cada tres españoles hayan ratificado esta consulta, vamos dados.
Porque los datos, hay que analizarlos bien. Al 42% de participación, hay que añadir –en este caso restar- ese cerca de 6% de voto en blanco. Si en otras elecciones la media de votos en blanco no llegaba al 1%, en esta ha sido tan elevada porque mucha gente ha querido decir que pasaba de este referéndum, igual que los que se han abstenido de ir a a votar, pero ejerciendo su derecho de voto. Así que yo restaría al menos 5 puntos a ese 42, dejándolo en un escaso 37% de interés en la consulta. Y este 37 virtual, o el 42 real, además de ser el porcentaje más bajo de toda la historia de los referéndums, no hay que compararlo con las últimas europeas. A esas elecciones nadie le da demasiada importancia, pero esto ha sido como digo un plebiscito de Zapatero donde ha puesto toda la carne en el asador, con una campaña en la que se han desplegado todo tipo de medios.
Pero si lo del Ministro fue bochornoso, la cadena de gilipolleces que tuvimos que aguantar durante las consiguientes ruedas de prensa fue tremendo. Primero nuestro gran Presidente, acordándose de Portugal de un modo grotesco, diciendo que los relojes de España y Portugal se ponen a funcionar a la vez y no sé que otros disparates. ¿Pero de qué va este tío? ¿Qué tiene que ver un referéndum europeo con unas elecciones en un país? Salvo que claro, en Portugal ganaron los socialistas y en el referéndum... también ¿verdad, Zapatitos? Y es que es indignante lo sectario que este tío. Por supuesto, para terminar le da recuerditos al “compañero” Borrell, que yo creía que era prioritario su puesto de Presidente del Parlemaento europeo que el de sociata.
Pero el campeón estaba por llegar. Ahí apareció ese baboso y repugnante Pepinho Blanco. No se pueden decir tantos dislates en tan poco tiempo.
El desahogado empieza por decir que la culpa de los votos en contra y la baja participación -¿pero no habíamos quedado en una “abrumadora mayoría de españoles?”- ha sido de la extrema derecha. Para empezar, que yo sepa no hay ningún partido de extrema derecha con una mínima representación electoral. El PP, jamás ha ido de la mano de ningún radical, a ningún acto, a ninguna manifestación, y no digo ya en coalición para gobernar. Los que sí pidieron abiertamente el NO, son los de extrema izquierda, tanto IU como la Esquerra, los que van a todas partes con el PSOE, tanto a las manifestaciones por lo que sea, con banderas de la República, Castro y el Che Guevara, como a gobernar donde sea. Lo malo que es que ese donde sea, malo es en Cataluña, pero también gobiernan con ellos en España.
Pero Pepinho a quien le echa la culpa es al PP, y mutis por el foro con sus socios de gobierno, no vaya a ser que se enfaden, en otro alarde de mentiras impresionante. Y es que el que haya seguido mínimamente los escasos debates que ha habido en prensa, radio y televisión, si ha escuchado a cualquiera de los eurodiputados del PP, como Mayor Oreja, Gustavo de Arístegui, o Luis Herrero, saben que no ha habido ni un atisbo de duda ni de tibieza en sus argumentos y declaraciones. Han apostado firmemente por el SÍ, sin por ello dejar de criticar la manera en que se ha desarrollado este referéndum, como debe ejercer un partido en la oposición en su derecho a la libertad de expresión, algo que nunca entenderá la izquierda.
Para colmo, Pepinho continuó con sus disparatadas declaraciones, señalando y demonizando una serie de distritos madrileños, en los que parece ser que cometieron el pecado de abstenerse más que la media. ¿Qué va a ser lo siguiente, Pepe? ¿Vas a pasar lista uno por uno a todos los españoles a ver quien vota lo que vosotros digáis? Después de lo de la manifestación por las víctimas del terrorismo con el triste episodio de Bono y ahora esto, poco nos falta.
Lo que el ínclito Blanco no dijo, es que en la mayoría de Comunidades gobernadas por el PP, hubo más participación que en el resto. Y 7 de las 10 provincias con más participación y más votos a favor, son provincias donde ganó el PP en las últimas generales. ¿Y por qué no dijiste esto, Pepe? Pues porque cualquier ocasión es buena para tratar de demonizar a la derecha, aunque sea de manera tan desleal y ruín como en esta ocasión, donde te han ayudado a sacar adelante esta pamplina de referéndum.
No sé qué era peor, si tener que escuchar a este tío que tiene cara de pervertido, o ver como se reía esa clá que tenía detrás comandada por el inefable Rubalcaba y la Pajín.
Por eso, yo estuve con la mayoría, y no voté. Porque si todo en cuanto al Referéndum me ha parecido una panoplia, sabía que después iba a tener que sufrir los ataques socialistas, y la verdad no me apetece.
Me gustaría saber qué piensan todos esos simpatizantes del PP que han votado SÍ, gracias a los cuales ha salido esto adelante, y que ahora les llaman ultraderechistas y saboteadores del Referéndum.

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