Aloha.
En estos días de navidad, aprovechando una semana de vacaciones que tengo, he vuelto a disfrutar de aquellos sentimientos...
He tenido un día especial, aunque cansado. Después de dejar a mis niñas en un taller de manualidades a las que las he apuntado (en el museo Thyssen de la plaza de San Martín), he dado un fenomenal paseo recordando viejos tiempos.
Bueno, lo primero es lo primero. Me he tomado la libertad de invitarme a un desayuno cojonudo en un bar llamado "Espiñeira". No se si lo conocéis, pero creo que hacen los mejores pinchos de tortilla que he probado en Madrid. Tiene un aspecto super cutre, además creo que sólo ponen pinchos de tortilla, aunque en la lista de precios tienen unas cuantas tapas variadas. El caso es que todo el mundo que entra aquí pide la especialidad de la casa. Tenéis que probarlo si no habéis estado aún.
En fin, después de llenar la tripita (no sé cuando bajaré esta barriga que empieza a pasar de cervecera), me he propuesto darme un paseíto por el maravilloso Madrid de los Austrias. Pienso que es una de los rincones de Madrid que más me gusta, por su arquitectura e historia.
Mi primer destino: la calle de Don Pedro... sin más comentarios.
He parado en la iglesia de San Andrés y en la Plaza de la Paja por supuesto...
Bajando por la plaza de la Cebada hasta San Francisco el Grande...
Luego hacia las Vistillas, donde había una maravillosa vista de la parte de atrás de la Catedral con toda la sierra nevada al fondo... (aunque en la foto no se ve bien).
Por último, entrada en la Catedral, donde había un gentío impresionante intentando ver el Belén, pero más gente había todavía esperando para entrar en el Palacio Real.
El superórgano de la catedral.
En fin. Muchos recuerdos de hace ya mucho tiempo...
Por cierto, si las fotos son de calidad baja, es que son tomadas con mi móvil (es la primera vez que le encuentro cierta utilidad a la cámara del móvil).
enero 04, 2006
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